El gasto en educación es el que más aumentó durante la crisis (entre 2007 y 2014), según un estudio que constata "marcadas diferencias" en el consumo dependiendo del tipo de hogar, teniendo en cuenta la edad del que lo sustenta, el nivel de renta y la estructura familiar.
Así lo recoge el Barómetro de Consumo Barclaycard, realizado por la escuela de dirección de empresas IESE, que analiza cómo han modificado los hábitos de consumo los españoles desde el comienzo de la crisis hasta la actualidad y que ofrece datos por comunidades autónomas.
El estudio vaticina una "sostenida recuperación del consumo" en un futuro próximo, puesto que la principal medida del optimismo del consumidor se encuentra en "máximos históricos" (es la primera vez desde que comenzó la crisis en 2008 que supera el valor de 100).
Tres comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña y Madrid) copan aproximadamente un 50 % del gasto en consumo total en España y hay "una gran heterogeneidad" del gasto por regiones y por categorías de consumo durante los años de la crisis (2007-2014).
Así, el gasto per cápita en educación es el que más aumentó en ese periodo, en tanto que joyería es la categoría que más cayó de forma acumulada.
El consumo de ropa y calzado, así como de mobiliario y equipamiento del hogar cayeron de forma acumulada un 29 % y un 37 %, respectivamente, en ese periodo, aunque en el primer caso se recuperó en 2014.
El gasto en sanidad aumentó especialmente el pasado año, al experimentar un crecimiento de casi el 12 %.
En 2014, alimentos y bebidas fue la categoría de consumo en la que el gasto es mayor, al superar los 1.672 euros per cápita.
Así, esta partida se lleva la mayor parte del presupuesto del hogar (entre el 33,3 y el 21,1 % dependiendo de que el sustentador tenga más o menos edad).
Le siguen agua, electricidad y teléfono y restaurantes, capítulo este último en el que los españoles gastan de media 861 euros.
Educación y joyería son los sectores con menor gasto per cápita, por debajo de vuelos y hoteles y estética y cuidados personales, según el estudio.
En cuanto a la edad del que sustenta el hogar, en el caso de restaurantes el gasto es mayor en los menores de 30 años; los mayores de 65 prefieren comer en casa y no gastar fuera.
El gasto en educación es más alto para los hogares que tienen jóvenes a su cargo (3,1 % del presupuesto), en tanto que en ropa y calzado los que más gastan son los menores de 65 años.
Ocurre igual con los vuelos y los hoteles, una partida a la que los hogares más jóvenes dedican un 5,4 % del presupuesto.
Si se tiene en cuenta el nivel de ingresos, los hogares con mayores rentas sustituyen el consumo de alimentación en casa por el de restaurantes.
Por el contrario, los hogares con ingresos inferiores a 1.000 euros gastan la mayor parte de su presupuesto en compra de alimentos, bebidas, agua, gas, electricidad y teléfono.
Las rentas altas consumen más en educación, vuelos y hoteles, ropa y calzado y las diferencias con otros hogares son más sustanciales en carburantes.
En cuanto a la estructura del hogar (un adulto sin niños, dos adultos sin niños y dos adultos con niños) no arroja "diferencias sustanciales" en el gasto en alimentos, bebidas y restaurantes, pero sí son importantes en carburantes.
Así, los hogares con hijos no solo gastan más en educación, ropa y calzado, sino también en gasolina.
El estudio revela que el efectivo sigue siendo el medio de pago mayoritario en España, ya que se estima que el 84 % de las transacciones se realizan con billetes o monedas. El 16 % restante, se divide entre tarjetas, domiciliaciones, transferencias y, de manera residual, los cheques.