Más del 60% de los jóvenes españoles afirma sentirse escuchado por la Iglesia y un 45,97% asegura sentirse comprendido, lo que supone que un 54% no se siente comprendido, según se desprende de la síntesis de las aportaciones para el Sínodo de los Jóvenes recibidas en la Conferencia Episcopal Española (CEE), que fue enviada a Roma el pasado 30 de octubre para la elaboración del Instrumentum laboris del Sínodo sobre jóvenes, fe y el discernimiento vocacional que tendrá lugar en Roma en octubre de 2018.
La síntesis, que ha sido presentada este martes 12 de diciembre por el responsable de Juventud, Raúl Tinajero, ha sido elaborada a partir de las respuestas recibidas desde 47 diócesis, doce movimientos, doce congregaciones y dos Institutos seculares.
Respecto a si estos porcentajes son para preocuparse o para valorar positivamente, Tinajero ha asegurado que se trata de algo sobre lo que se debe "reflexionar". "¿Cómo estamos llegando? Estamos haciendo muchos esfuerzos por escucharles, pero a lo mejor no son los adecuados. A veces queremos escucharles con unos lenguajes muy particulares propios, que a veces no llegan a ellos. Tenemos que examinar y reflexionar muchas cosas", ha subrayado el responsable de Juventud.
Según ha explicado Tinajero, esas respuestas recibidas responden, a su vez, a las síntesis realizadas por las delegaciones de pastoral de juventud y pastoral vocacional. De esta forma, recogen las aportaciones de sacerdotes, religiosos, seglares, agentes de pastoral y jóvenes de distintas realidades pastorales como grupos parroquiales, colegios, universidades, o movimientos. En total de 5.253 jóvenes han participado directamente.
Así, el responsable de Juventud de la Conferencia Episcopal Española ha explicado que los jóvenes valoran "muchísimo" el esfuerzo de la Iglesia por escucharles y agradecen la labor de los que ocupan su tiempo en escuchar. Según los datos de la síntesis, menos del 40% de los jóvenes cree que se recogen sus aportaciones.
En este contexto, Tinajero ha señalado que los jóvenes demandan tiempo y personas para escuchar y salir fuera de las estructuras eclesiales, así como proponen promover nuevos espacios, más apertura y acoger sin enjuiciar. En general, los jóvenes no se sienten escuchados y tomados en cuenta por las distintas realidades de la sociedad actual.
El responsable de Juventud ha agregado que los jóvenes dan una nota de 5,73 (calificación del 1 al 10) cuando se les pregunta si son protagonistas en la Iglesia; y un 6,44 respecto a si se sienten escuchados. "Es una nota positiva, esperanzadora, pero evidentemente nos hace reflexionar", ha apuntado.
Asimismo, los jóvenes hacen autocrítica al reconocer que, en ocasiones, sus prejuicios hacia la Iglesia o la sociedad en general les alejan y les impiden ser receptivos a sus propuestas. Sienten que a veces se dejan llevar por lo fácil, olvidando sus compromisos, según la síntesis.
En relación con los desafíos, los jóvenes encuestados sitúan a la cabeza de los mismos el llegar a los jóvenes alejados de la Iglesia, seguido de tener un futuro con garantías. Así, un 60% de los participantes asume como propios los desafíos de la sociedad actual, y algo más de un 45% afirma que es real el protagonismo que les ofrece la Iglesia ante los desafíos y oportunidades.
Sobre las oportunidades, Tinajero ha destacado que señalan la participación social, la promoción de la justicia, el cuidado de la ecología, la búsqueda de la paz y la solidaridad con los pobres, la búsqueda de sentido a sus vidas, la búsqueda de espiritualidad, que a veces es una búsqueda "difusa". También destacan la necesidad de relaciones con educadores "auténticos y creíbles". Y presentan como una oportunidad la cultura cotidiana, las redes sociales o el deporte educativo, según ha apuntado.
En la encuesta también se les ha preguntado por aquellos espacios de encuentro con jóvenes que no frecuentan ambientes eclesiales y los jóvenes han destacado la calle; los centros de estudio; las actividades deportivas; la amistad; las actividades culturales, en especial la música; las actividades de compromiso formando parte de alguna asociación, ONG, voluntariado, etc.; el mundo del trabajo; y las redes sociales.
¿QUÉ PIDEN LOS JÓVENES A LA IGLESIA?
De forma "unánime", según ha asegurado Tinajero, los jóvenes le piden a la Iglesia que se les escuche, que tenga una actitud "de cercanía y apertura hacia el mundo de hoy: que se comprometa proponiendo con más claridad el Evangelio de Jesús; aceptación de las diferencias, tolerancia, diálogo y claridad evangélica; que acoja, que sea inclusiva, misericordiosa y samaritana".
"Más moderna, que se comunique mejor, con un lenguaje de hoy, que renueve sus mensajes, que conecte con las ideas de hoy, que no sea excesivamente moralista y que proponga una liturgia más viva y cercana; que sea fiel a Jesucristo y a su Evangelio, comprometida con la justicia, con la solidaridad, con el cuidado del planeta; que los laicos tengan más formación para ser cada día más conscientes de su misión y corresponsabilidad; y que los pastores estén más cercanos a los jóvenes", ha indicado.
En materia de discernimiento vocacional, destacan el rol de los padres como un factor primordial, importante y decisivo en la vida de sus hijos, aunque también señalan con insistencia que son ellos quienes terminan decidiendo sobre su propio futuro.
En cuanto a los centros educativos, se destaca que están más centrados en orientar en ámbitos profesionales y laborales, por lo que los jóvenes no comparten temas vocacionales en esos ámbitos. Además, la influencia de ciertas ideologías en la educación, provoca "serias dificultades para que aparezca la dimensión trascendente del ser humano y el planteamiento de decisiones definitivas".
Tinajero ha precisado que "las antropologías más extendidas en los centros educativos, que ponen el tener por encima del ser, no ayudan a la apertura a la trascendencia; silencia las preguntas últimas, como el sentido de la vida, y se conforma con el materialismo, utilitarismo y pragmatismo reinantes".
LAS JMJ, EJEMPLO DE IMAGEN JOVEN, ALEGRE, DINÁMICA
Según la encuesta, eventos como las Jornadas Mundiales de la Juventud causan un gran impacto en los jóvenes y proporcionan un encuentro intenso con Jesucristo. Además dan una imagen mejor, más joven, alegre, dinámica y abierta de la Iglesia.
Finalmente, se plantea cómo encauzar el potencial de desafío y protesta propio de los jóvenes para que se transforme en propuesta y colaboración, para ello es necesario: una mayor formación sobre la Doctrina Social de la Iglesia y presentar la gran cantidad de propuestas de voluntariado, propuestas concretas de transformación de la realidad.
Los jóvenes proponen la creación de foros jóvenes en los que se traten los temas que les interesan. Una de las preocupaciones que manifiestan es cómo se está tratando al mundo, pero sienten que no aportan nada, porque no son escuchados, según la síntesis.