Los hechos ocurrieron durante la mañana del pasado viernes. Los alumnos se preparaban para la hora del recreo cuando cayó uno de los tantos pinos que forman parte del patio del colegio Palma de Mallorca.El árbol, de unos 15 metros, quedó tumbado en el espacio reservado para los juegos de los alumnos de Infantil y el primer curso de Primaria. La dirección del colegio acordó ayer cambiar el lugar de recreo y trasladarlo, para todos los alumnos por igual, al patio del edificio principal. De esta manera, Infantil irá al recreo en horario de 11:15 a 11:45 horas, mientras que 1º de Primaria lo hará de 12:00 a 12:30 horas.
“El aviso se dio a las 12:45 horas. A las 14:00 horas ya estaba en el colegio un grupo de especialistas en seguridad arbórea junto a miembros del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento”, asegura César Carrasco, concejal de Educación de Torremolinos.
Evaluación
Tras esta primera evaluación, se ha concluido que, a simple vista, el resto de árboles que cobijan a los escolares, no corren un riesgo inminente de caída, tal y como ha informado el edil. Sin embargo, se ha solicitado un estudio más profundo para verificar el riesgo real de derrumbe. Estudio que comenzó ayer por la tarde con el trabajo de dos expertos encargados de realizar pruebas de tracción, que permiten evaluar al mismo tiempo la resistencia a la rotura y la fuerza de anclaje al suelo, para evaluar de una manera clara, profunda y entendible la estabilidad general de los árboles. “Es una cuestión sobrevenida y nos hemos puesto a trabajar de inmediato en ello. El primer paso que se ha seguido ha sido una inspección del resto de pinos y ahora nos encontramos esperando los resultados del estudio para valorar si hay que sustituir alguna especie, que se hará en caso de que suponga un riesgo para los escolares y docentes del centro”, ha explicado Carrasco.
Linda Hagberg, presidenta de la AMPA, hace un llamamiento a la tranquilidad de todos los padres y alumnos. “Tenemos que ser cautos y esperar al informe final. Somos unos privilegiados por estar rodeados de los pinares, que dan sombra y cobijan a los niños”, cuenta Linda. Además, ha recordado que la seguridad es lo primero y por ello ha solicitado un protocolo de actuación con el objetivo de revisar más a menudo el estado de la arboleda.
Santiago Martín, padre de uno de los pequeños, ha pedido acordonar la zona o incluir otras especies arbóreas que no supongan peligro alguno. Carrasco, por su parte, ha asegurado que se sustituirán los árboles en caso de que supongan un riesgo real, pero que, “a priori, con la información con la que contamos, no será necesario. Tendremos que esperar el resultado final del estudio”, ha aclarado.
Los 120 menores afectados disfrutan de sus horas de juego en otro patio a espera del resultado que les devolverá a su antiguo lugar de recreo o les permitirá compartir este rato de descanso con sus compañeros más mayores.
