El futuro de planta Ford de Almussafes pasa por la reducción salarial de los empleados, el aumento de la jornada laboral y el recorte de las vacaciones. Al menos esto es lo que ha planteado la empresa en la última reunión mantenida el pasado martes con los sindicatos. Ford señala que para dar viabilidad a la planta de Almussafes necesitan la adjudicación de un nuevo modelo eléctrico, una cuestión en la que compiten con la planta alemana de Saarlouis. La adopción de estos recortes en las prestaciones de los trabajadores, dicen haría más competitiva la factoría valenciana.
Los trabajadores de la planta muestran escepticismo y desconfianza con esta petición. Señalan que desde la empresa buscan cerrar un nuevo convenio con un recorte importante de las condiciones laborales antes de asegurar la asignación del modelo. El sindicato mayoritario, UGT señaló tras la reunión su rechazo a las medidas y la apuesta por una negociación de la flexibilidad. Los representantes de los trabajadores reconocen la importancia de esta negociación. De la adjudicación o no del nuevo modelo eléctrico dependería en gran medida la supervivencia de la factoría.
Alcanzar un acuerdo se ha planteado como algo urgente, por lo que la empresa ha convocado una nueva reunión el próximo viernes para que los sindicatos planteen sus propuestas.
La decisión final sobre qué fábrica produce qué coche, la anunciará la compañía en junio.
