Con ello, da por finalizado el caso del agua de Baena contaminada por el protozoo, que provocó 11 personas afectadas por gastroenteritis y la prohibición de consumir el agua del grifo. En este sentido, no se han vuelto a detectar casos de gastroenteritis ligados al agua de Baena.
Los últimos análisis recibidos en la consejería de salud, demuestran que el agua de la red de abastecimiento es potable y tiene calidad suficiente para el consumo humano.
Tras las pruebas de última hora, tomadas en la salida de la Estación Potabilizadora (ETAP) de Iznájar, así como en las fuentes subtenrráneas de las que se abastece Baena, los resultados no han detectado el protozoo que contaminó el agua de Baena.