Asimismo, desde la Junta apuestan por la reformulación del programa y consensuarlo entre todas las partes, para aliviar y aligerar la burocracia administrativa que supone la preparación de los proyectos.
En líneas generales, se trata de un programa que supone beneficios para los municipios, ya que permite emplear a trabajadores agrarios, paliando la falta de ingresos en los momentos del año en los que no existen campañas agrícolas. Igualmente, posibilita a los municipios realizar obras con un presupuesto elevado, que no podrían acometer con cargo a las arcas municipales.