Chaves manifestó que en estos comicios está en juego “la claridad y la intensidad de la Democracia” porque un triunfo del candidato del PP, Javier Arenas, pondrá en peligro, a su juicio, la cohesión social y facilitará el regreso de lo que calificó como neocentralismo.
“Ahora estamos frente una responsabilidad histórica, como ya la tuvimos en 1980 cuando votamos sí a la plena autonomía andaluza. Ahora está en juego la calidad y la intensidad de la democracia” insistió Chaves.
Según Chaves, “el PP ganó la campaña del 20N con una campaña de la mentira, y ahora estamos volviendo a ver lo mismo en Andalucía”. Sobre la reforma laboral, añadió que es “una agresión brutal contra los derechos de los trabajadores”. Chaves se mostró, además, convencido de que “si gobierna en Andalucía el PP subirá los impuestos, instalará el copago y decidirá recortes”.
Por su parte, Pizarro denunció que el PP no está gobernando para los ciudadanos, sino respondiendo a los intereses de los poderosos que le han ayudado. Pizarro acusó, además, al PP de querer criminalizar a los sindicatos, y expresó el apoyo de todos los socialistas a la alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo, encerrada en la Diputación Provincial para reclamar el pago de 1,5 millones de euros de tasas municipales, algo que también hicieron Arrabal y Antonio Ávila, consejero de Innovación, Ciencia y Empresa.
El propio Ávila defendió los logros de Andalucía en los treinta años de socialistas, y defendió el papel del puerto”. Además, pidió a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que las obras de los corredores ferroviarios empiecen por Algeciras. Rocío Arrabal insistió en que “nosotros decimos que es posible salir de esta crisis sin perder derechos básicos.
El PP lo que hace ya allí donde gobierna es no crear empleo sino generar despidos”, amén de “priorizar el interés privado frente al interés público; presta su apoyo al copago sanitario, y quita las ayudas a las energías alternativas”.
