La Policía Nacional ha desarticulado en Sevilla una organización dedicada al tráfico de hachís mediante la utilización de "muleros", operación en la que han sido intervenidos casi 2.900 "bellotas", lo que supone una de las mayores incautaciones de esta mercancía en España.
Según un comunicado de la Policía, la red contrataba a personas de origen magrebí en bares sevillanos para que transportaran la droga en el interior de su organismo a cambio de dinero.
Los "correos humanos" se trasladaban hasta Marruecos o Ceuta, donde se les entregaba la droga, y después se alojaban en pisos de la provincia de Sevilla hasta que expulsaban las "bellotas" que habían ingerido.
En la operación han sido detenidas quince personas e intervenidas un total de 2.867 bellotas de hachís con un peso global de unos 30 kilos.
La policía logró interceptar un vehículo en el que viajaban cuatro personas, tres de las cuales portaban en su organismo hachís en forma de bellotas para eludir los controles policiales superficiales a los que suelen ser sometidos los vehículos al cruzar las fronteras.
Entre los detenidos se encontraba una mujer de origen sudamericano encargada de la captación de personas para realizar labores propias de "muleros".
En esta fase, se consiguió detener a otros tres individuos más, dos de ellos en el interior de un piso de la localidad de Gelves (Sevilla), y fueron intervenidas 647 bellotas de hachís.
Los agentes continuaron con la investigación y descubrieron la existencia de otro grupo, dentro de la misma organización, dedicado al transporte de la droga por el mismo procedimiento.
Este grupo, dirigido por un ciudadano marroquí, utilizaba varios vehículos y un elevado número de "muleros", y llevaba en los coches un juego de matrículas italiano para transportar la droga a ese país sin levantar sospechas.
El mismo día de la detención de los "cabecillas" de la red, la policía practicó un registro de los pisos que la organización utilizaba para hospedar a los "muleros", y allí fueron arrestados otros miembros de la red.
Estas viviendas se encontraban en las localidades de Tomares, San Juan de Aznalfarache, La Algaba, Camas, Castilleja de la Cuesta y el barrio sevillano de Pino Montano.
La organización captaba a inmigrantes de origen magrebí en bares y los trasladaban a Ceuta desde Algeciras, donde ingerían el hachís en cantidades que iban desde las 50 hasta las 190 "bellotas", tras lo que cruzaban la frontera para ser recogidos y trasladados a los pisos de Sevilla con el fin de recuperar la droga.
La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.
