El pasado sábado estuvo cargado de emociones ya que los alumnos, amigos y familiares del Judo Club Arcos -en torno a los 100- le hicieron un merecido homenaje a Miguel Padial y a Ana Atienza en el restaurante arcense “La Posada del Duende” en muestra de gratitud y reconocimiento por la labor educativa realizada a lo largo de los 35 años de vida del club. Dicho acto cogió por sorpresa a los homenajeados, que no se lo esperaban en absoluto.
El primer acto fue el descubrimiento de un banner o póster con la figura de Miguel Padial, para después pasar a cenar. En dicha cena, se les dedicaron unas palabras en nombre de todos los que integran la familia del deporte del judo en Arcos con la entrega de regalos a ambos, tanto por parte del Judo Club de Arcos como por los presidentes del Judo Club El Bosque y de Olvera Judo, clubes hermanos. Para cerrar el acto, Carlos Calvo Clavero, presidente de la Federación Andaluza de Judo y D.A., hizo entrega de una placa en reconocimiento de estos años de dedicación al judo y por ser un referente en la Sierra y en la provincia de Cádiz.
Miguel Padial, emocionado, agradeció el homenaje a todos los asistentes con frases como... “no tengo palabras para describir lo que me habéis hecho sentir, me siento orgulloso de haber compartido y seguir compartiendo parte de mi vida con vosotros, que habéis sido los que me habéis enseñado algo cada día”.
Uno de los pupilos de Miguel Padial, Eugenio Erdozain Merino, ofreció un discurso a los homenajeados en representación del resto de los alumnos allí presentes -algunos llegados desde Plasencia o Madrid- del que les ofrecemos un breve extracto: “... quiero agradeceros en nombre de todos los que formamos esta gran familia, desde el más pequeño hasta el más grande, desde el que llegó ayer hasta el que está desde el principio, todos estos años de dedicación y entrega que, como podéis ver, se han convertido en amor y cariño tanto por ti, querido maestro, como por ti, Ani, pilar fundamental de esta familia sin cuyos ánimos unas veces en el club y otras desde las gradas, alguna que otra medalla se hubiese escapado. Nos sentimos orgullosos de pertenecer a quien pertenecemos, de vivir lo que hemos vivido y de formar parte de este proyecto que comenzó, como ya he dicho antes, en el año 1981 y que continuará muchos años más y que el mismo ha echado nuevos brotes en El Bosque, Bornos, El Coto, Olvera, etc.”.