AD Ceuta FC 0
Arcos CF 0
Ceuta: Isi Jareño, Segura (Cristo, 66’), Dani Gallardo, Ayman, Zakarías, Borja Romero, Zafra, Perita (Alberto Reina, 31’), David Camps, Chakir y Willy (Alfonso Serra, 74’).
Arcos: Miguel, Casillas, Gabi, Oca, Joselito, Manzano, Melo (Alberto, 90’), Álvaro (Giráldez, 37’),Maqui, Juan Gómez y Antonio Sánchez.
Arbitro: Ramón Serrano Sánchez (Sevilla). Amonestó con cartulina amarilla a Perita y Zacarías, del Ceuta; y a Gabi, del Arcos. Expulsó por doble amarilla al arcense Casillas en el minuto 64.
Incidencias: Décimo quinta jornada de Tercera División. Estadio Alfonso Murube. Unos 500 espectadores.
El Arcos volvió a mantener su puerta imbatida en un partido en el que los ceutíes, en especial el exarcense David Camps, habían estado afilando el cuchillo durante toda la semana para tomarse la revancha del 2-6 de la pasada temporada y hacer sangre con un Arcos que no ha tenido buenas experiencias en sus últimos desplazamientos a la Ciudad Autónoma, pero fieles a su estilo de juego, los de Mariano Suárez pararon a un rival que salió a acabar con los visitantes de un plumazo.
De inicio, el once arcense era calcado al de la jornada anterior en casa menos el cambio de Casillas por Morales, lesionado nuevamente. El resto quedaba igual y el bloque apenas se resentía en una primera parte en la que los visitantes controlaron el juego tocando y desplazando el balón con criterio pero con escasa profundidad y sin llegar a inquietar el portal de Isidro Jareño. Al Ceuta tampoco le iban mejor las cosas, presa del entramado táctico arcense y sin opciones de llegar con peligro al área de Miguel, muy seguro en todas sus acciones y afianzándose a pasos agigantados como portero titular del equipo. No en balde lleva la friolera de 360 minutos sin ver perforado su arco, logro solo conseguido hasta el momento por Cádiz B y Guadalcacín y señal indudable de que la defensa serrana ha echado el cerrojo dejando de ser un conjunto frágil y fácil de vulnerar.
La segunda parte comenzó con un Ceuta decidido a superar a un Arcos que seguía defendiéndose con orden pero que cada minuto que pasaba se veía más achuchado por el peligro que llevaban las internadas de un viejo conocido, Zafra, y los escarceos a balón parado de David Camps, que a punto estuvo de salirse con la suya en una balón que golpeó en la barrera arcense y que se fue a córner muy cerca del palo izquierdo de Miguel en el minuto 52. Willy, en el minuto 56, volvió a poner un nudo en las gargantas de los pocos seguidores visitantes que cruzaron el Estrecho para acompañar al Arcos, en un nuevo lanzamiento de falta al que respondió ‘terminator’ Miguel con la parada de la noche, en otra demostración de sus grandes cualidades como arquero. En el minuto 64 llegó la expulsión de Casillas, al cometer una falta táctica para frenar una contra del equipo norteafricano. Todo indicaba que era el toque definitivo de zafarrancho de combate para lanzarse a la yugular de un Arcos disminuido en sus efectivos, pero el fútbol te da sorpresas y, entre ellas, la de que un equipo puede responder a ese tipo de adversidad continuando por la buena senda del orden defensivo y de la disposición de sus jugadores en el campo, como así ocurrió. A partir de entonces fue cuando el Arcos creó más peligro a la contra, sorprendiendo a un equipo que buscaba el triunfo desesperadamente y de forma desordenada, loque aprovechaban los blancos para lanzar certeros contragolpes que pudieron cristalizar si la fortuna hubiese estado del lado visitante. En el minuto 71, Antonio Sánchez estuvo a punto de continuar con su racha goleadora a la salida de un córner y en el 83 fue Álvaro el que disparó raso marchándose el balón a córner. Pero la ocasión más clara para los de la ciudad monumental llegaría a cargo de otro de los arcenses ‘renacidos’ y recuperados para la causa, el sevillano Giráldez, al que solo le faltó una pizca más de puntería para darle el zarpazo mortal al equipo rival, al aprovecharse de un error de entendimiento entre Jareño y Zakarías en la frontal del área disparando de volea a puerta vacía en el minuto 85, pero sin llegar a conseguir su objetivo.