Esa es la gran pregunta que se han planteado este martes en la mesa de debate sobre este asunto celebrada en el marco de Cinema23, la segunda semana del Cine de Córdoba.
En el debate, celebrado este martes en el CRV, se ha puesto de manifiesto el valor social, cultural y ciudadanos que los cines de verano tienen en la ciudad.
Frente a preguntas como, ¿Corren peligro estos oasis de cultura?¿Deben ser espacios públicos ocupados por la ciudadanía o por los negocios? ¿Es posible un equilibrio entre ambos? ¿Qué papel deben jugar las instituciones y la ciudadanía?, se ha puesto sobre la mesa algunas fórmulas para salvar los cines de verano.
Así, se ha propuesto hacer un convenio público- privado, es decir, la colaboración entre empresas y administraciones que velen por conservarlos. También, se ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento para que vele por salvaguardar los cines de verano, planteando que los compre para proceder a una cesión de uso público, con una gestión privada si fuera necesario. Por último, se ha propuesto, que la ciudadanía debe liderar este proceso y luchar por la conservación de estos espacios con el fin de que perdure el modelo de cine de verano que dio Martín Cañuelo, tanto como valor material e inmaterial que tienen para la ciudad.
En este sentido, Rogelio Delgado, presidente de AEDAVA, ha señalado que hay empresarios interesados en los cines, pero hasta que no se solucione la herencia de Martín y sus bienes pasen a sus legítimos herederos, no se puede hacer nada, ya que serán estos quienes decidan sobre qué hacer, aunque según apuntaba Delgado, tienen pensado vender los cines de verano.
